Hace tres semanas [el 23 de mayo] en Marawi, provincia de Lanao del sur (isla de Mindanao) estalló la guerra entre el ejército gubernamental y dos grupos fundamentalistas, el clan Maute y Abu Sayyaf, que se reclaman del Estado Islámico (EI). Casi la totalidad de la población de esta ciudad, cerca de 200 000 habitantes, con un 95 % de musulmanes, ha huido de combates muy duros.
Desde hace tiempo, nuestra asociación Europe Solidaires Sans Frontières (ESSF) forma parte de la red Mindanao Humanitarian Action Network (Mihands) compuesta por cerca de cincuenta asociaciones y que actúa en casos de catástrofes (tifones, conflictos militares…). El 29 de mayo ESSF nos hicimos eco del llamamiento que lanzaron en su día[1] [para la ayuda humanitaria]. A principios de junio les remitimos una primera ayuda directa de 3 000 €. También aportamos 6 000 € a un fondo de solidaridad en Filipinas que apoya estas actividades pero que necesita renovarse para poder responder después a otras necesidades. Dada la evolución de la situación, es necesario ayudar urgentemente a reforzar los medios que dispone la red Mihands.
La guerra en Marawi comenzó el 23 de mayo a partir de una operación policial que se enfrentó a una imprevista resistencia por parte de los fundamentalistas. Desde entonces la situación se degrada día a día.
Maute y Abu Sauyyaf han realizao masacres, sobre todo entre los cristianos. La presidencia filipina impuso la ley marcial en toda la isla lo que facilitará la violación de los derechos humanos. Con la “guerra contra la droga” impulsada por el presidente Duterte (que ha provocado ocho mil muertes), la cultura de la impunidad ha alcanzado grados impensables. El ejército ha cuadriculado la región, haciendo que todo desplazamiento se convierta en un riesgo, y la información vive bajo la censura.
Las redes de solidaridad no solo deben ayudar a las y los refugiados sino que también se ven obligadas a proteger a las personas testigo de estas violaciones de derechos humanos y que se ven amenazadas para que no testifiquen.
La gran mayoría de la población musulmana de Filipinas (los Moro) vive en el sur del archipiélago. Desde hace décadas, dos movimientos luchan por el derecho a la autodeterminación : el Frente de liberación nacional Moro (MNLF), el Frente de liberación islámica Moro (MILF). Sin embargo, no hace mucho, emergió una corriente salafista, identificada con el EI. Dispone de una fuerza de fuego considerable y desarrolla acciones muy violentas.
El impacto es grande y hace más difícil la solidaridad. La mayoría de las personas desplazas son musulmanas y deben ser acogidas, sobre todo, en zonas de población cristiana. Estas poblaciones no son, de ninguna manera, responsables de los crímenes del clan Maute y de Abu Sayyaf ; sin embargo, pueden encontrarse con reacciones de rechazo y miedo.
Uno de los principios fundadores de la red Mihands es la puesta en valor de la solidaridad entre los “tres pueblos” de Mindanao : los Lumads (tribus de la montaña), los Moro y los descendientes de “colonos” cristianos originarios del norte y el sur del archipiélago instalados en el sur. Un contexto tan conflictivo, es una buena baza para intervenir en las provincias límitrofes de Marawi.
Además, la situación política nacional se presenta muy inestable. Históricamente el archipiélago filipino está alineado con EE UU y ocupa una posición geoestratégica clave en Asia oriental. El presidente Duterte trata de establecer lazos privilegiados con China y Rusia, lo que difícilmente pueden aceptar Washington, las élites filipinas y al alta comandancia del ejército. Es posible que la batalla de Marawi abra, de rebote, una crisis del régimen y/o desemboque en la imposición de la ley marcial en todo el país.
Existe el riesgo de que la inseguridad se extienda a Mindanao, incluso a otras zonas. En consecuencia, aumenta la responsabilidad de la red Mihanda, así como otros movimientos de solidaridad. Redes que tienen que prever el empeoramiento de la situación, prepararse para ayudar a las comunidades en peligro y, al mismo tiempo, tener en cuenta la persistencia de los riesgos que corren sus equipos militantes.
En semejante coyuntura, es muy importante ayudarles políticamente dando a conocer la gravedad de la crisis actual y, desde luego, ayudándoles financieramente.
Por ello, a través de nuestra web intentamos ofrecer un seguimiento de la crisis en Marawi, de los actos de solidaridad en curso y de la situación general en el archipiélago[2]
Volvemos a lanzar un llamamiento urgente a la solidad financiera. Las donaciones internacional que recaudemos se transmitirán a Mihands.
15/06/2017
Pierre Rousset
ESSF
Cedetim/Ipam
Para el envío de donaciones :
Banco :
Le Crédit lyonnais
Agencia Croix-de-Chavaux (00525)
10 boulevard Chanzy
93100 Montreuil
France
Titular : Europe Solidaires Sans Frontières- ESSF
IBAN : FR85 3000 2005 2500 0044 5757 C12
BIC / SWIFT : CRLYFRPP
Paypal : también se pueden realizar donaciones a través de PayPal (ver enlace en la web : https://www.europe-solidaire.org/spip.php?page=sommaire&lang=en)
Informaremos regularmente de la situación y utilización de los fondos de solidaridad a través de nuestra web.
https://www.europe-solidaire.org/spip.php?article41314
Notas :
1/ http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article41159